En esta tercera y última entrega dedicada a las sectas de Ultima Forsan, Nicola Santagostino nos ofrece los secretos del Zodiaco Oscuro, una camarilla de asesinos tan hábiles como enloquecidos, que venera las constelaciones oscuras del Reino de los Muertos.
EL ZODIACO OSCURO
por Nicola Santagostino
A la sombra de la secta de los Iscariotes, ha surgido y prosperado una sociedad secreta de asesinos despiadados, que terminó estableciéndose por su cuenta y rebelándose contra sus compañeros.
ORIGEN
En el Renacimiento macabro de Ultima Forsan, cada luz proyecta una sombra, por lo que incluso los hombres con las mejores intenciones pueden generar algo terrible sin darse cuenta.
Los Iscariotes son una secta de verdugos y cazadores de los Muertos que opera a la luz del día y es bien conocida en los Nuevos Reinos (por lo que no será objeto de estos artículos sobre las sociedades secretas). Sin embargo, pocos conocen su lado oscuro, teniendo en cuenta que los mismos Iscariotes lo mantienen deliberadamente oculto. Desde la fundación de secta, de hecho, había en su interior dos movimientos ideológicos: el primero movido por la rectitud, el espíritu de sacrificio y preceptos de paz y justicia universal. El otro proponía la autonomía de la secta ante las demás leyes humanas y su ascenso como potencia independiente, gobernada únicamente por sus principios internos. Cuando los miembros de la segunda facción comenzaron a justificar y usar el asesinato político, el chantaje y el uso de la Plaga, fue inevitable un enfrentamiento. La facción más moderada ganó fácilmente, también porque estaba representada por el mayor número de miembros, y constituyó la actual secta de los Iscariotes. Los más extremistas decidieron en cambio huir lejos de las filas de la secta, atravesando tierras atormentadas por los Muertos, llevando consigo todos los recursos y conocimientos que habían logrado obtener a lo largo de los años. Poco después, estos secesionistas abandonaron la fe judía, llevaron su soberbia al extremo y se asociaron con vivisectores y nigromantes. Encaramados en una antigua fortaleza del Medio Oriente, los exiliados pronto cayeron en desgracia y fueron afrontados y combatidos por los mismos Iscariotes de los que una vez formaron parte.
Mientras sufría un ataque de sus ex-compañeros, con la intención de poner fin a la existencia de ese vergonzoso y peligroso grupo de extremistas, uno de los Maestros, herido de muerte, se puso de pie como si nada hubiera pasado, con la herida aún abierta, y continuó luchando contra sus agresores. De infectado que era, se había convertido en una estrega.
Abbott, que era el nombre del Maestro, ganó la batalla y destrozó a sus enemigos, aprovechando la sorpresa causada por su nueva condición. Sin embargo, aunque victorioso, el Maestro había cambiado para siempre: su mente había quedado alterada por el trauma sufrido, o tal vez había tenido una iluminación. El hecho es que comenzó a hablar sobre el Reino de los Muertos y lo que había visto allí en los horas transcurridas "muerto". Al principio, los pocos secesionistas supervivientes no querían creerle, pero su respuesta fue muy simple.
Abbott quitó de en medio a los demás Maestros y masacró a todos los supervivientes, excepto a doce luchadores, los más fieles a él, declarando que cada uno de ellos abandonaría su antiguo nombre y tomaría el de una de las constelaciones del Reino de los Muertos, el Zodiaco Oscuro.